Las marcas de belleza más comprometidas ahora quieren dar un paso más y ser cruelty free en todos los países donde comercializan sus productos, sean o no europeos.
Ese es el caso de Garnier. Esta marca –que pertenece al grupo L’Oréal y apuesta por los ingredientes naturales– ha emprendido una carrera de fondo en su compromiso con la Green Beauty, que se basa en reducir su impacto medioambiental a través de todos los frentes en los que sea posible. Uno de ellos, el reino animal, y es por eso que Garnier quiere asegurarse de protegerl .
Cómo saber si un cosmético es cruelty free
A estas alturas no vale con jurar que un cosmético está libre de crueldad animal, tiene que estar certificado. Esto se hace con diferentes sellos reconocidos internacionalmente. PETA, Leaping Bunny y CCF (Choose Cruelty Free) son los tres logos más conocidos en cosmética para reconocer la responsabilidad de las firmas para con los animales. Cada uno de ellos exige unos requisitos a las marcas que quieran estar dentro de sus listas.
PETA
Actualmente, es la menos estricta de las tres. Según informan en su portal web, «la empresa o marca debe presentar una declaración de garantía legalmente vinculante, firmada por su director ejecutivo, que verifica que ni él ni sus proveedores de ingredientes realizan, encargan, pagan ni permiten ninguna prueba en animales para ingredientes, formulaciones o productos terminados en ningún lugar del mundo y no lo harán en el futuro. Las empresas que solicitan el programa también deben presentar documentación detallada que describa cómo las empresas prueban sus productos, dónde se venden, qué tipo de productos ofrecen y qué tipo de ingredientes utilizan».
Y añaden: «También exigimos que todas las empresas tengan acuerdos vigentes con sus proveedores de que no se realicen pruebas en animales en ninguna etapa del proceso de uso de ninguno de los ingredientes o materias primas que suministran a la empresa para sus productos».
Leaping Bunny
El sello Leaping Bunny es el más exigente. Según declaran sus responsables, adscribirse a dicho sello «es un compromiso voluntario que las empresas de cosméticos, cuidado personal y/o productos para el hogar con sede en los Estados Unidos o Canadá hacen para eliminar las pruebas con animales en todas las etapas del desarrollo del producto. Los proveedores y/o fabricantes de ingredientes de una empresa deben llevar a cabo el mismo compromiso. El resultado es un producto garantizado al 100 por 100 libre de nuevas pruebas con animales.
Garnier, por ejemplo, es una de las firmas de belleza que está reconocida a través de Leaping Bunny de manera internacional. «Garnier ha estado comprometido con un mundo sin test en animales desde 1989. Ser aprobado oficialmente por Cruelty Free International bajo el programa Leaping Bunny es un verdadero hito y siempre fue una parte importante de nuestra misión de Green Beauty
En el caso de la firma, obtener el reconocimiento Leaping Bunny «significó obtener una declaración de más de 500 proveedores, que obtienen más de 3.000 ingredientes diferentes de todo el mundo. Durante muchos meses, Garnier y Cruelty Free International han trabajado juntos para asegurar esta evidencia y garantizar que todos los productos dentro de la cartera global de Garnier puedan mostrar oficialmente el logo de Cruelty Free International Leaping Bunny (la forma de reconocer universalmente a una marca libre de crueldad animal.
Beneficios de la cosmética cruelty free
La primera razón por la que deberíamos apostar por la cosmética cruelty free es obvia: así protegemos a los animales. Pero es que, además, las marcas que apuestan por esta política generalmente no se quedan en ese punto y son las más comprometidas a la hora de reducir su impacto medioambiental en el sentido más extenso del término. En otras palabras: ser cruelty free está íntimamente ligado con tener una conciencia medioambiental