Seguro tú también te topaste alguna vez con un video de las chicas japonesas haciendo su skincare perfecto para tener una piel de bebé, y la neta sí nos animó a varios a buscar los productos que se echaban para lograr el mismo efecto. Todo bien padre con el skincare facial, pero ¿alguna vez te has puesto a pensar que nuestros pies también se deben cuidar diariamente como lo hacemos con la carita?

Los pies son igual de importantes porque estos nos mueven pa’ todos lados, y muchas veces ni siquiera incorporamos una rutina adecuada para limpiarlos y cuidarlos. Por eso, aquí te damos 5 hábitos para que les des amor y cuides a los que te mueven.

  1. Lávalos bien, con agüita y con jabón

No basta con que se mojen con el agua que les cae del shampoo, eso no es lavarlos. Es importante que talles entre los dedos y debajo en las plantas de los pies, no te olvides de los talones y tobillos porque estos últimos tienden a acumular suciedad por el uso de calcetas cortas.

  1. Sécalos con una toalla limpia

Date los minutos que necesites para hacer este paso, la manera de secarlos correctamente y lograr tener unos pies secos y libres de humedad, es tomando una toalla limpia y seca, y sin friccionar, asegúrate de secarlos completamente en las mismas partes, plantas, talones, tobillos y ojo: ponle más atención a la zona entre los dedos, ya que ahí es donde se puede acumular más humedad.

  1. Utiliza una crema especial para cuidarlos

Es importante que protejas tus pies, tanto de la sudoración, mal olor o comezón que se puede presentar por la falta de ventilación o higiene en esta zona.

  1. Protege tus pies, incluso en tus zapatos

El uso de zapatos cerrados puede hacer que los pies suden como tamalito a la hora de estar caminando o haciendo las actividades cotidianas. Si quieres evitar que pase esto, entonces utiliza el Talco Ting, que es específico para esa parte del cuerpo, ya que los protege y cuida. Aplícalo antes de ponerte calcetines enfocándolo en las plantas de los pies.

  1. Por último, ¡aguas con lo que usas!

Con este calor nuestros pies nos piden a gritos usar la chancla, pero si por tus actividades tienes que usar tacones o zapatos cerrados, entonces evita ponerte zapatos muy ajustados, porque estos impiden que la sangre circule libremente por tu pie y pueden causar que tus dedos sufran y hasta cambien su forma por adaptarse al zapato incómodo, aparte de que tú estarás incómodo todo el día.