Seguro tú también te topaste alguna vez con un video de las chicas japonesas haciendo su skincare perfecto para tener una piel de bebé, y la neta sí nos animó a varios a buscar los productos que se echaban para lograr el mismo efecto. Todo bien padre con el skincare facial, pero ¿alguna vez te has puesto a pensar que nuestros pies también se deben cuidar diariamente como lo hacemos con la carita?
Los pies son igual de importantes porque estos nos mueven pa’ todos lados, y muchas veces ni siquiera incorporamos una rutina adecuada para limpiarlos y cuidarlos. Por eso, aquí te damos 5 hábitos para que les des amor y cuides a los que te mueven.
- Lávalos bien, con agüita y con jabón
No basta con que se mojen con el agua que les cae del shampoo, eso no es lavarlos. Es importante que talles entre los dedos y debajo en las plantas de los pies, no te olvides de los talones y tobillos porque estos últimos tienden a acumular suciedad por el uso de calcetas cortas.
- Sécalos con una toalla limpia
Date los minutos que necesites para hacer este paso, la manera de secarlos correctamente y lograr tener unos pies secos y libres de humedad, es tomando una toalla limpia y seca, y sin friccionar, asegúrate de secarlos completamente en las mismas partes, plantas, talones, tobillos y ojo: ponle más atención a la zona entre los dedos, ya que ahí es donde se puede acumular más humedad.
- Utiliza una crema especial para cuidarlos
Es importante que protejas tus pies, tanto de la sudoración, mal olor o comezón que se puede presentar por la falta de ventilación o higiene en esta zona.
- Protege tus pies, incluso en tus zapatos
El uso de zapatos cerrados puede hacer que los pies suden como tamalito a la hora de estar caminando o haciendo las actividades cotidianas. Si quieres evitar que pase esto, entonces utiliza el Talco Ting, que es específico para esa parte del cuerpo, ya que los protege y cuida. Aplícalo antes de ponerte calcetines enfocándolo en las plantas de los pies.
- Por último, ¡aguas con lo que usas!
Con este calor nuestros pies nos piden a gritos usar la chancla, pero si por tus actividades tienes que usar tacones o zapatos cerrados, entonces evita ponerte zapatos muy ajustados, porque estos impiden que la sangre circule libremente por tu pie y pueden causar que tus dedos sufran y hasta cambien su forma por adaptarse al zapato incómodo, aparte de que tú estarás incómodo todo el día.