Hidratación, lavado, protección…

El verano es una prueba de fuego para el cabello y en esto están de acuerdo todos los expertos: aunque admiten que es la estación que consigue los rubios naturales más bonitos por el efecto aclarante de los rayos solares, también avisan de que los meses más cálidos del año provocan deshidratación extrema, encrespamiento, deterioro del color e incluso quemaduras en el cuero cabello, el gran olvidado de los rituales de belleza.

Descubre a continuación cuáles son estos grandes consejos:

Hidratación continua

Hidratar el cabello durante el verano es un aspecto fundamental, y es necesario utilizar productos que mejoren la estructura del cabello y que ayuden a devolver el brillo habitual de nuestro pelo.

El uso de protectores solares específicos para combatir las quemaduras, favorecer la hidratación y detener el deterioro ya existente.

Secado al aire

El verano es la estación perfecta para dejar que la melena se seque al aire y, además de darle una textura natural, también ayuda a mantenerla saludable y a proteger el pelo fino: “En lo posible, evitar planchas, rizadores o secadores e intentar, si se usan, no superar los 150ºC. Puesto que ayuda a debilitar el cuero cabelludo y provoca el adelgazamiento del cabello.

Lavar el pelo con agua fría

Lavar el pelo con agua tibia o fresca, ya que al utilizar agua caliente el cabello tiende a deshidratarse y puede llegar a ser perjudicial para las proteínas capilares.

 

 

Cuidar la alimentación

Es importante no olvidarse de alimentos como las sardinas, las nueces, ricos en ácidos grasos omega 3 y omega 6, ya que la vitamina C mejora la circulación en el cuero cabelludo. Otros alimentos como la zanahoria, calabaza, melocotón y albaricoque, cuyos nutritivos carotenos también son cruciales para la prevención de la caspa y la caída. Y, por supuesto, beber mucha agua, es imprescindible para hidratar la estructura interna del cabello.