Desde hace algunos años se han incrementado los casos de mujeres que presentan ovarios poliquísticos en el mundo. Antes, su incidencia era pasados los 40 años; ahora está apareciendo en etapas tempranas de la vida.

Estudios plantean que su incremento está relacionado a la alimentación, el estrés, el uso indiscriminado de anticonceptivos, la obesidad y factores genéticos.

El Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es una patología multifuncional que presenta diversos factores, pero las alternativas para tratarlo son reducidas.

No existe evidencia contundente que indique por qué surgen los quistes y aunque no se puede prevenir, sí es posible evitar los factores de riesgo como son la obesidad y la disminución en el consumo de alimentos con muchos conservadores, como los embutidos y/o los productos enlatados.

¿Qué es?

Un quiste es un folículo ovárico que se atrofia y en el cual no se observa el ovocito, que es la célula sexual de la mujer, explicó Leticia Morales Ledesma, del Laboratorio de Biología de la Reproducción de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza.

El síndrome inicia con la formación de unas estructuras conocidas como prequistes y después se forman los quistes, los cuales se caracterizan por presentar un menor número de capas de células de la granulosa, involucradas mayormente en la producción de estrógenos, y una hipertrofia de las células de la teca, presentes en el estroma del ovario y que producen hormonas como los andrógenos y progestágenos y, en menor cantidad, estrógenos.

Este síndrome, al no causar una molestia en particular, no es detectado sino hasta que la mujer busca embarazarse y no lo logra, por lo que al acudir al médico se descubre que no ovula por la presencia de quistes a nivel ovárico. Así, 10% de las mujeres infértiles presentan quistes foliculares.

Una característica fisiológica que presentan las mujeres con SOP es que son más resistentes a la insulina, por lo que se puede asociar la diabetes tipo dos. A su vez, se ha comprobado que este síndrome tiene implicaciones genéticas.

Primero se hicieron estudios en ratas a quienes se les inducía el síndrome y al seguir por generaciones a sus crías, descubrieron que éstas también lo desarrollaban.

Una forma de tratar este síndrome es la electroacupuntura, en la cual se estimulan con agujas las terminales nerviosas que se sabe llegarán al ovario. Con este método se ha observado que algunas mujeres llegan a ovular y disminuye la aparición de quistes.

Otra alternativa es la escisión en cuña, que consiste en cortar la parte del ovario donde se encuentran los quistes, lo que permitirá que la mujer ovule. La investigadora comentó que esto ayuda a que las mujeres se embaracen, pero no a la desaparición de los quistes.

Una alternativa más es extirpar el ovario, esto es cuando se detecta que el ovario está invadido de quistes y la mujer ya no busca tener hijos.