La vida en el Siglo XXI es totalmente diferente a la del siglo XX, especialmente en lo que se refiere al rol de las mujeres, el cual ha cambiado radicalmente. Hoy tenemos más mujeres insertadas en la fuerza laboral y dentro de ellas, destacan aquellas que aprendieron a combinar las actividades del hogar y el trabajo, especialmente en cuanto a ser madres trabajadoras

Ser madre es una de las responsabilidades más grandes, ya que implica sacrificar muchas cosas, sufrir y también cuidar a los niños, varias mamás han hablado de estos retos y obstáculos del ser una madre trabajadora.

Constantemente las mujeres escucharán estas frases paradigmáticas: “ella ya no regresará a trabajar cuando tenga a su hijo”, “su rendimiento no será igual, porque no puede dedicarle el 100% a su trabajo”, “su prioridad debe ser su familia”.

Estos son paradigmas mentales, a veces culturales, que afectan el trabajo y las carreras de muchas madres de familia, por lo que es importante cuestionarlos.

La mujer profesional debe desarrollar mucha confianza en sí misma y eliminar el pensamiento de que no lo podrá lograr, simplemente por su condición de madre. Quítate este pensamiento y piensa en tus metas con mente positiva.

Los sentimientos de culpa son una característica del ser humano, la clave para superarlos es saber combinar los roles, trabajo-casa, casa-trabajo, para disfrutar al máximo las etapas que se viven sin culparse por circunstancias que no están bajo su control.

Uno de los retos es el retrasar la maternidad por el trabajo, pero algunas madres jóvenes comentan que quedaron embarazadas mientras estudiaban, pero que nunca dejaron de trabajar, salvo los meses de lactancia, ellas no pensaron en retrasar la maternidad por temas laborales.

Otro factor es que no podían reducir su jornada laboral, ya que su sueldo era muy bajo, una de las mujeres comentó que el estar embarazada no estaba en sus planes, pero siguió adelante y siguió trabajando, aunque reducirse la jornada no fue una opción ya que su sueldo era muy bajo y cuando decidió tener su hijo, no pensó en su carrera profesional.

Así que recuerda que el ser madre no quiere decir que tu vida laboral se haya terminado, al contrario, es un motivo para esforzarte más y seguir cosechando éxitos.

“Cuando una mujer tiene claro qué metas quiere alcanzar en su carrera profesional y traza claramente los caminos para lograrlo, ya tiene en gran medida alcanzado el éxito; todo depende de cómo establece sus prioridades en cada etapa de su vida”, opina Marco Penado, gerente de País de Manpower Guatemala.