El horario de verano ya ha entrado en vigor, sin embargo, para muchos este cambio es un pesar. Este cambio trae beneficios, sobre todo en el ahorro económico y energético, pues al haber jornadas de trabajo con más luz solar, reduce el uso de la energía eléctrica, percibiéndose a las 7 pm.

Para muchos existe la inconformidad por la afectación a su ciclo de sueño, pues al momento de adelantar el reloj el cuerpo sufre la pérdida de una hora para dormir, situación que afecta en el descanso y desempeño de la población. Otros aseguran que no hay tal ahorro, pues en la mañana se necesitará usar el servicio eléctrico, aunque es menor el consumo.

A pesar de estas molestias, según estadísticas del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica, de 1996 a 2014 con el horario de verano en nuestro país se ahorraron 21,807 GWh en consumo de energía eléctrica y en 2014 el ahorro económico alcanzó los 1,499 millones de pesos, equivalentes a 1.4 millones de barriles de petróleo no consumidos, evitando generar emisiones de dióxido de carbono equivalentes a 546,000 toneladas de CO2.

“A través de acciones como ésta, se reducen las emisiones contaminantes a la atmósfera, ya que el mejor aprovechamiento de la luz solar incide en una disminución de la demanda y consumo de energía eléctrica, por lo que se reduce la utilización de combustibles fósiles y disminuyen las emisiones contaminantes a la atmósfera, mitigando el efecto invernadero.”, FIDE.

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